martes, 9 de agosto de 2011

El "Novecientos"
La época que se inicia con el siglo XX y termina en 1910 es llamada "Belle Époque".
En Europa Freud atacó la primacía de la razón y hablaba de la liberación del inconciente; Einstein, Planck y Poincaré plantearon los problemas de la energía atómica.
Esta época la vivieron los sectores sociales más altos: se hacían muchas fiestas, una vida social muy intensa en salones y teatros (habían dos teatros el Solís y el Urquiza, a los que venían las más destacadas compañías de óperas italianas), viviendas con mas adornos y muchos criados.

El Uruguay del 900
A fines del siglo XIX se podían observar algunos cambios en las actividades económicas. El mestizaje de ganado ovino y bovino aumentó y se extendió a todo el país. Aumentó la productividad (mayor rendimiento en carne y lana por animal) y surgieron nuevos tipos de establecimientos como por ejemplo la cabaña especializada en el ganado fino importado o criado en el país. La actividad industrial también tuvo un crecimiento destacable. Al amparo de diferentes disposiciones proteccionistas o de incentivos a la inversión, se instalaron fábricas textiles (Salvo y Campomar en 1898 y 1900) destilerías de alcohol y otros establecimientos destinados a la fabricación de bienes de consumo. Se destacan también el inicio de las obras para modernizar el puerto de Montevideo (1900), la extensión de las líneas del ferrocarril, la extensión de los telégrafos y las primeras empresas de teléfonos.
Por otra parte, cabe destacar, que hacia 1900 vivían en el país cerca de un millón de personas (1.042.686 según el Censo de 1908), de las cuales más de la cuarta parte residían en la capital montevideana.
A comienzos del siglo XX, Uruguay vivió un proceso de democratización y modernización político-social que lo coloca en una posición de avanzada en América Latina.
Mientras tanto en Europa, aumentaban las tensiones internacionales que llevaron a la Primera Guerra Mundial.
La Revolución Rusa de 1917 amenazaba con propagarse por todo el mundo y los Estados Unidos pasaron a un primer plano.
Mientras tanto, nuestro país comenzó el siglo en medio de una gran prosperidad. Una sociedad heterogénea, nutrida con el aporte de inmigrantes, tenía por delante un futuro auspicioso. Sin embargo, el Estado debía pasar aún la última prueba para su consolidación definitiva, enfrentando una nueva guerra civil.
Económicamente hablando, el ciclo expansivo del capitalismo, que se prolongó hasta la Primera Guerra Mundial, permitió el crecimiento de la economía uruguaya sobre las bases del modelo agroexportador. Las lanas superaron a las carnes como rubro exportable y estas, gracias a la mejora del ganado y a la incipiente industria frigorífica, pudieron ofrecer un producto acorde al gusto europeo, dejando atrás definitivamente el tasajo y sus mercados. En el centro y sur del país comenzó a desarrollarse una cuenca lechera.

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