CIVILIZACIONES DEL MEDITERRÁNEO II.


EL MUNDO ROMANO.

Cuenta la leyenda que quienes serían los fundadores de una pequeña aldea del Mediterráneo occidental, Rómulo y Remo, fueron arrojados con pocos meses de vida a las aguas de un río y sobrevivieron gracias a una loba, que los amamantó hasta que pudieron alimentarse por sí mismos. Esa pequeña aldea, que luego se convertiría en una gran ciudad, era Roma.



Los romanos construyeron uno de los mayores Imperios que recuerda la Historia. En su momento de mayor esplendor, hacia el siglo II d. C., el Imperio Romano se extendía a lo largo del Mar Mediterráneo, desde la península Ibérica y Gran Bretaña hasta Persia. En esos vastos territorios, los romanos difundieron sus leyes y sus costumbres, su lengua y hasta su manera de construir ciudades. Pero, a su vez, recibieron diversas influencias culturales. La más rica de éstas fue la irradiada por la civilización griega, que, asimilada por los romanos, se extendió por todo el occidente europeo. Aún hoy, muchos de los aportes de griegos y romanos sobreviven en nuestra cultura.






LA POBLACIÓN DE ITALIA.


Italia estaba poblada por ligures. En el segundo milenio a. C. llegaron los indoeuropeos o itálicos, en oleadas sucesivas, siendo uno de los más importantes los latinos.
En el siglo X a. C., encontramos los etruscos, que se ubicaron en Toscana y se organizaron en ciudades-estados, gobernadas por reyes.
Ellos intentaron la unificación política de italia, dominando desde el río Po hasta Capua. Fundaron Roma sobre el río Tiber (región del Lacio), hacia el siglo VIII a. C., a la que llamaron Rumón, -ciudad del río-.
Los griegos se instalaron en el sur, a partir del siglo VIII a. C. y dieron le nombre de Magna Grecia a esta región, difundiendo su cultura.
En el siglo VI a. C., los cartagineses procedentes de Cartago (antigua colonia fenicia ubicada en el norte de África), se instalaron en la isla de Cerdeña y Sicilia, rivalizando con los griegos y con los etruscos por el dominio del Mediterráneo occidental.


LA REPÚBLICA ROMANA. LOS ORÍGENES DE ROMA.


De acuerdo a los datos arqueológicos que poseemos, el orígen de la ciudad de Roma parece hallarce en las aldeas latinas establecidas en las siete colinas que rodean el río Tiber.
La importancia estratégica de la sona explica que pronto fuera dominada por sus poderosos vecinos, los etruscos. Por eso, Roma se transformó en una ciudad etrusca desde fines del siglo VII a. C.
La primera forma de gobierno que tuvo la ciudad de Roma fue la monarquía absoluta, electiva y vitalicia. El rey era elegido por los jefes de las familias nobles y estaba acompañado por un Consejo, llamado Senado.
En el 509 a. C. (siglo VI a. C.) los romanos se liberaron de la dominación etrusca. La monarquía llegó a su fin, surgiendo la república.