miércoles, 9 de mayo de 2012

REVOLUCIÓN FRANCESA

 LA REVOLUCIÓN FRANCESA.

La Revolución Francesa que se inicia en 1789, se incluye dentro del ciclo de las revoluciones liberales y, como todo proceso revolucionario, es fruto de una serie de circunstancias políticas, económicas y sociales que vivía Francia en el siglo XVIII, y de la situación internacional, en particular, de la intervención de Francia en la guerra de la independencia de las colonias inglesas en América, que agudizó el déficit del Estado




LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN






Francia estaba gobernada por una monarquía absoluta de derecho divino. El monarca era Luis XVI, y su esposa era María Antonieta, de origen austríaco. Era una monarquía ineficaz y burocrática. Faltaba unidad y continuidad en las decisiones tomadas, al recaer las mismas en los ministros favoritos del Rey.
A lo largo del siglo XVIII, la población de Francesa creció de 19 a 26 millones de habitantes.


La sociedad continuaba siendo esencialmente rural: 2 millones vivían en el campo, y de éstos, más de 20 millones eran campesinos. El promedio de vida era muy bajo (25 años). la tasa de crecimiento era del 40% y la mortalidad del 35%.
La sociedad continuaba organizada en estamentos: clero, nobleza y tercer estado. El clero y la nobleza constituían el 5% de la población y eran los sectores privilegiados pues no pagaban impuestos; poseían el 40% del suelo cultivado. Los no privilegiados, el tercer estado, formaban el 95% de la población, y era el sector más heterogéneo. Lo integraban los burgueses ricos, artesanos, obreros y campesinos. Este sector era el único que pagaba impuestos siendo el más castigado el campesinado sobre el cuál recaía además de los impuestos existentes, las cargas feudales que se les pagaba a la nobleza.
Todavía existían un millón de siervos.
Francia tenía una economía esencialmente rural. La agricultura era la base de la producción y no se habían producido cambios técnicos importantes. El volumen de las cosechas dependía de las condiciones climáticas: si el clima era bueno, se obtenían cosechas abundantes, y los precios de los productos bajaban. Por el contrario, si había alguna catástrofe climática, la cosecha era mala y los precios subían. Generalmente el precio de los cereales era el más afectado: en vísperas de la revolución, con las malas cosechas de 1787 y 1788, el centeno subió un 136% y el trigo 127% de su valor a lo largo del año 1789. Los sectores sociales más afectados por las malas cosechas y la suba de precios de los cereales fueron los campesinos y los trabajadores urbanos. Los gastos del pan representaban aproximadamente el 88% de los ingresos de un trabajador urbano en 1789.
La industria comenzaba a hacer lentos progresos, pero el tratado de comercio con Inglaterra de 1786, que abrió el mercado francés a los productos ingleses, perjudicó la creciente industrialización. Las manufacturas inglesas no pudieron resistir la competencia, al introducir mercaderías a menor precio de las que allí se producían. Los talleres textiles de lana y algodón cerraron sus puertas y echaron a sus trabajadores. La crisis aumentó la miseria creándose un clima de descontento, de miedo y de inquietud.
A la grave situación económica, hay que agregarle una aguda crisis financiera. El Estado carecía de recursos. Los impuestos estaban mal e injustamente distribuidos. Había una gran desorganización administrativa y la recaudación era ineficaz.
La hacienda real padecía de un déficit crónico: se gastaba más de lo que se recaudaba. La participación de Francia en la independencia de las colonias inglesas de América agravó en gran medida este déficit. Aumentar las cargas impositivas era imposible. 
La única salida que parecía justa era la eliminación de los privilegios, es decir, que el clero y la nobleza también pagaran impuestos.


La Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791)
El 27 de junio de 1789 quedó instalada la Asamblea Nacional Constituyente, con el objeto de redactar una constitución para Francia.
El Rey aceptó, aparentemente, gobernar con una constitución. Este hecho puso fin al absolutismo monárquico de derecho divino en Francia.


OBRA DE LA ASAMBLEA:


- Medidas económicas y sociales: supresión de la servidumbre personal, del diezmo, de los privilegios de los estamentos; supresión de los derechos feudales sobre las personas (impuestos al señor feudal, trabajos personales gratuitos, el pago de peajes, el uso obligatorio del horno, etc.) y del carácter hereditario de los cargos judiciales y municipales. Se establece la igualdad ante los impuestos y la igualdad de acceso a todos los cargos públicos. En 1970, se abolieron los títulos de nobleza. De esta manera, la sociedad estamental desaparece. Desde ahora la riqueza determina el lugar que cada uno ocupa en la sociedad.

La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (26 de agosto de 1789):
      Proclama los derechos naturales e imprescriptibles del hombre, que a partir de ese momento, adquieren valor universal estando vigentes hasta hoy.

  • Libertad: consistió en poder hacer todo lo que no dañe a otro y sus límites son determinados por la ley. Ocho de los diecisiete artículos que la componen están dedicados a este derecho.
  • Igualdad: se establece la igualdad ante la ley, ante los impuestos y para ocupar los cargos públicos, pero se admiten las diferencias sociales.
  • Seguridad: se establece la seguridad para los ciudadanos, en sus personas, en el goce de sus derechos y de sus bienes.
  • Propiedad: se consideró la propiedad privada como inviolable y sagrada, consagrando de esta manera los principios burgueses.
  • Soberanía: se establece que la soberanía radica en la Nación y que la ley debe ser la expresión de la voluntad general.
  • Separación de poderes: la constitución que rija el Estado debe basarse en la separación de poderes, como forma de garantizar los derechos de los ciudadanos.
  • Resistencia a la opresión: se reconoce a la Nación el derechos a la resistencia a la opresión, es decir que el pueblo tiene derecho a rebelarse contra el gobierno tiránico.
Constitución de 1791
         Estableció un régimen de monarquía constitucional con separación de poderes.
      El voto era censitario, es decir, que sólo podían votar aquellos ciudadanos que pagaban una  determinada cantidad de impuestos (una contribución equivalente al valor de tres jornadas de trabajo).
      La elección se realizaba a segundo grado: los ciudadanos votaban electores (Asamblea de Electores: propietarios o usufructuarios de una renta equivalente al valor de 100 a 400 jornadas de trabajo) y éstos a los diputados miembros de la Asamblea Legislativa (Poder Legislativo). Éste poder se componía de 745 diputados, elegidos cada dos años entre los ciudadanos activos, votaba las leyes y controlaba al Poder Ejecutivo.
          El Poder Ejecutivo era ejercido por el Rey, irresponsable (no responde por sus actos ante otros poderes) e inviolable, pero debía jurar fidelidad a la Nación y a la ley.  La sucesión era hereditaria, elegía y podía revocar a sus ministros, podía oponerse a las resoluciones del Poder Legislativo, ejerciendo su derecho de veto, pero no podía disolver a éste Poder.
         El Poder Judicial era electo directamente por los ciudadanos. Estaba integrado por jueces y tribunales.


- Medidas económicas y administrativas: Francia se subdividió en 83 departamentos. Se eliminaron las aduanas interiores, los peajes. Se estableció la libertad económica. Se suprimieron las corporaciones y los privilegios a las compañías de comercio. Se estableció también la libertad de cultivo. Las nuevas medidas serán el litro, el metro y el gramo. Se prohibieron las asociaciones obreras y el derecho de huelga por la Ley de Chapellier siendo los obreros afectados por esta medida. 

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